Capitulo 1.1 Nunca será tarde El sol brillaba entre las nubes, asomándose tímidamente, negándose a presenciar lo que sucedía. Lo poco que se asomaba, desaparecía casi por completo dentro de sus alas. Él se mantenía suspendido enfrente de la ventana del apartamento del piso 33. Vestido en un pantalón suelto y una camiseta blanca con cuello en V, descalzo y con las alas que parecían de acero pulido más que de plumas suaves. Sus brazos musculosos se cruzaban sobre su pecho. Estaba mirando por la ventana, viendo a un pobre pájaro que rompía su diminuta cabecita en el enorme ventanal de la sala. Una parte del vidrio, la parte superior derecha del ventanal, lucía como una pintura abstracta monocromática. Tum, tum, tum. Sonaban los tamborileos uniformes pintando más y más detalles de la extraña pintura. Tum, tum, tum. Una pincelada más de color rojo que competía con el celaje ensangrentado. Permaneció inmóvil como una estatua. ¿Qué podía hacer al respecto más que observar como el ansia de lib
Respirar, leer, escribir, amar...No sabría decir cuál de estos estaría primera en la lista de lo más esencial para mí existencia.