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Mostrando las entradas de febrero, 2020

El agujero del tiempo

El agujero del tiempo El campo corre hasta donde alcanza mi vista.  Veo el horizonte escurridizo y me quedo sin aliento. La piel se me eriza y los pulmones se expanden al inhalar la infinidad de aire.  Veo a lo lejos el cielo chocar con la tierra.  Se me vienen mil memorias a la mente.  Las olas incansables de los siembros de trigo ahogan la vista. El cielo de color azul claro, como una acuarela desteñida. Las pocas nubes perdidas al igual que solitarios árboles. La calle interminable hipnotiza. Las imágenes cambian con tal velocidad que parecen una sola imagen estirada. La libertad surrealista me transporta en el tiempo. Corro en un vestido veraniego por el campo de trigo. Las espigas reventadas por los granos hinchados me golpean la piel descubierta, raspan como una lija con sus vellos ásperos. El sol está cayendo. Va a una unión inminente con el trigo. Me he quedado sin aliento pero no he avanzado nada. Sigo en el mismo lugar dentro de una burbuja. Estoy atrapada entre los horizo

El camino

     El camino En el momento de dolor el pasado tortura, el futuro no existe, el presente confunde.  Este es el mejor momento para abrir los ojos y apreciar la vista, de parar el Ferrari de la vida, agacharse para oler una flor en el camino, ver una Suculenta florecer u observar a la hormiga llevar un cristal de azúcar robado de la azucarera a su nido.        Mi mamá creció en un pueblo lejano de la vida capitalina de Rusia. Un pueblo cerca de Siberia y las Montañas Urales. Un pueblo perdido para unos y descubierto para otros. Un pueblo que terminó en el fondo de un lago artificial, algo como la cuidad de Atlantis.      Me mencionó mi mama en una forma muy natural cómo solían recorrer todos los días 5 kilómetros de ida y los mismo 5 kilómetros de vuelta camino a la escuela ella, sus hermanas, primas y amigos. Y después se pasaban las tardes patinando, jugando voleibol, haciendo travesuras con los amigos y cumpliendo con las tareas domesticas.  Solían caminar los 5 kilómetro