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La Verdad (extracto de la novela "Los ángeles también lloran")

La Verdad (extracto de la novela "Al final de la eternidad") Buscar la verdad escondida en lo más evidente, en lo más cotidiano.  La verdad siempre es evidente. Y siempre esta en lo más cotidiano. Es tan evidente que no queremos verla. Cerramos los ojos. Tapamos los oídos. La dejamos escondida detrás del sillón de la sala, dentro del baúl de los juguetes viejos o entre los vestidos de fiesta que guardas con la perenne esperanza de volver a usarlos algún día. La verdad esta dentro de la manga que aquel abrigo de invierno, dentro de aquel bolso de cuero que estuvo de moda, o dentro de los zapatos de tacones tan altos que solo te gusta verlos pero jamas volverlos a poner. Por más que uno quiera no ver, la verdad se sale hasta por debajo del colchón o se asoma desde la repisa de la sala. Se cuelga desde la lampara del comedor. No hay forma que no te encuentre. La verdad esta en aquel mensaje que nunca fue respondido. En aquella llamada que nunca fue contestada. En aquella esperan

El experimento (cuento corto)

El experimento Accedí a participar en un experimento. ¿En qué consiste? Algo sencillo. Al menos así parece. Tendría que pasar un tiempo indefinido con una persona desconocida en una cuarentena obligatoria.  En un aislamiento social total. Ensayo de una pandemia.  Solo él, o ella, y yo. Espero que sea ella. Y bonita ojalá. No, mejor no, quizás sería un problema. Las mujeres son complicadas. No sabría cómo tratarla, son imposibles de complacer. ¿Y si me enamoro? Ni hablar. Mejor que sea un hombre. Bueno, este puede enamorarse de mí, uno nunca sabe.  Espero que sea una buena persona. Qué problema meterse a un cuarto encerrado con un patán. Ojalá sea de la misma cepa que yo. Las personas de otras tribus me asustan un poco. Con todo el cuento de las diferencias culturales y raciales… No creo que vaya a funcionar. Si fuera de una edad parecida a la mía sería genial. Qué flojedad aguantar a un viejo. Aún peor entretener a un niño. A como son ahora, creen saberlo todo, ya ni para un consejo de

El águila (microrrelato)

El águila El banquero regio, de traje impecable. El caballero solitario, envidia de los que vuelan más bajo y se alimentan de carroña.  Hasta los aviones lo miran con zozobra y nostalgia escondida, ellos necesitan de las bestias poderosas y alas de hierro para ver la tierra desde semejantes alturas.  La mirada penetrante ve hasta lo más oculto de las entrañas.  Las garras no titubean en poner al más diestro a sus pies.  Sin desearlo, figura en las imágenes soberbias de múltiples rincones de la tierra. Ejemplo de los orgullosos e insaciables de poder, en la cúspide del reino terrenal, de los que con tanto aplomo caminan en dos patas pero vuelven a ver a los cielos para admirar el vuelo emblemático del que domina las alturas.  Nadie ha visto su cadáver, prefiere morir en solitario sin dejar que alguien presencie su mísero final.

El regalo (cuento corto, reflexión)

El regalo U n día el mundo abrió los ojos y se dio cuenta de que no tenía futuro. Se habían borrado las hojas de los calendarios de papel, se desaparecieron las fechas programadas en los sucedáneos de Google y Apple, se esfumaron las agendas apretadas llenas de viajes programados, conferencias, convenciones, seminarios y miles de reuniones.  El mundo al ver semejante fenómeno se había sorprendido al principio, pero de pronto cambió el tema de las conversaciones.  Dejaron de hablar sobre los planes grandiosos del futuro, de lo felices que iban a ser cuando lograran esto y cumplieran aquello, cuando tuvieran tanto y llegaran hasta tal meta. Dejaron de temer el calentamiento global o una pandemia mundial. Solo se dedicaron a vivir el presente de la manera más humana y fraternal posible. El presente es lo único que había.  La gente empezó a hablar sobre el pasado, las memorias, a preguntar a sus padres y abuelos sobre cómo había sido el mundo antes. Empezaron a leer los libros de historia.

El jardín (cuento corto)

El jardín  Ella sale al jardín. Su amado jardín, reflejo de su alma. Su escondite y rincón de escritura.  El jardinero no puede venir hoy. Ni hoy ni quién sabe hasta cuándo. El condominio ha restringido la entrada de servicio por el problema de la pandemia.  Al ver algunas hojas secas, otras dañadas o marchitas le empiezan a picar las manos por cortarlas, arrancar lo seco y marchito de su alma cansada y herida de paso. Comienza con cuidado, con pausa, disfrutando el proceso. Jugar con la tierra y las plantas siempre le ha agradado. Desde niña. Apenas siente la necesidad de calmar o acallar sus pensamientos, toma una tijera, unos guantes de jardín, un sombrero y se dirige a sudar la gota gorda bajo el despiadado sol tropical. Allí, al topar las excesivas perfecciones que suele dejar el jardinero, empieza una discusión imaginaria con él, ¿cómo se le ha ocurrido mutilar la pobre planta de aquella manera tan simétrica y perfecta? Trabaja con los brazos descubiertos. “Vale que me puse el so

Mis demonios (el poema, extracto de la novela "Mis demonios")

Mis demonios (El poema, extracto de la novela "El amor y otros demonios")   ¿Cómo se desnuda el alma? ¿Cómo se vive el sentimiento? ¿Cómo se descubre el misterio del ser yo? Dolor, pasión, amor. Sufrimiento eterno ante el yugo del sentimiento intruso. Las llamas que queman y la música que sana. Música de lo que vivo, música de lo que muero, música de lo que fui, música de lo que soy, música de lo que seré. Los demonios y los monstruos del pasado, los tormentos del presente, la incertidumbre y la esperanza del futuro. La esperanza que camina con tacones, con los labios rojos y cabeza en alto. Me llevo un sinfín de recuerdos conmigo, los llevo como una joroba a mis espaldas. Se sienten pesados a ratos, se sienten ajenos a ratos. A lo mejor no es la carga pesada,  a lo mejor es una jaula. Una jaula llena de aves. Las aves de colores de mis recuerdos. Mi pasado está lleno de colores. No es gris. No hay dragones allí. Han desaparecido los demonios. Solo quedan las aves de colores

365 (el poema, extracto de la novela "Mis demonios")

365 (El poema, extracto de la novela "El amor y otros demonios") 365 dias. De 50 a 51. Un año exacto. Solo un año. Eterno un año. Toda una vida plasmada en los 8760 horas. Hace un año la vida con su mano peluda y despiadada me agarró del cuello,  me tomó del cabello, me sumergió debajo del agua. Por un año traté de salir, traté de liberarme de las garras, traté de llevar un poco de aire a mis pulmones, traté de luchar, patalear, arañar, no dejarme ahogar. Lloré como la Magdalena. Llené un mar con mis lágrimas saladas. Reí como la loca de mis desgracias. Bailé sola con la música a todo volumen. Acabé las botellas de vino sin contar. Amé, perdoné, odié, volví a perdonar y volví a amar y volví a odiar. Perdoné de corazón al fin. Perdoné pero no me resigné. Tuve mi corazón roto en mil pedazos. Tenía duda de si jamás podría volver a recuperarse. Estaba empezando a sanarse pero fue roto una vez más. En un millón de pequeños pedacitos.  Quedó hecho polvo