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London flat












                           

                           MARYLEBONE FLAT
    



Tuve la oportunidad de diseñar un apartamento en Londres. Era de mi hija que estaba estudiando violín in Royal Academy of Music. De por sí solo decir que tu hija vive en Londres es algo que suena mas al soñar despierto que a la mera realidad. Más aun si toca la dicha de poder diseñarle un apartamento. Tan chiquito que por las medida de Costa Rica seria tan sólo un cuarto equipado con la cocina y un baño. 

Hay que aclarar algo muy importante. El flat (como lo llaman los ingleses) estaba situado en un edificio del siglo diecinueve, igualito al de Baker Street 221B del famoso detective Sherlock Holmes de las novelas de Conan Doyle. Una calle que posee la elegancia inglesa, la belleza arquitectónica, algo de la mística londinense y algo de la nostalgia por los siglos pasados. Solo faltan los carruajes negros dirigidos por los hombres vertidos de negro y jalados por cansados caballos para transportarnos a los tiempos de Moriarty y Jack The Ripper. Las flores en las ventanas, los balcones, los mosaicos en blanco y negro en forma de ajedrez en las entradas, todo parece irreal. No se escapan las modernidades, los accesos a los edificios armados por las cámaras de vigilancias y botoneras electrónicas. 
    

Dentro del edificio habian cuatro pisos, que serian tres a la manera inglesa ya que el primer piso es el piso cero allá. Edificio de cuatro pisos sin elevador sin elevador. No habria como engordar, jaja. En el siglo cuando fue construido albergaba una familia. Cocina y los cuartos de la servidumbre en el primer piso, las áreas sociales en le segundo y los dormitorios ocupaban probablemente los dos pisos de arriba. De seguro fue una vivienda muy bien ubicada, practica y acogedora, típica de una familia de clase media de Londres del siglo diecinueve.
    

La mayoría de estas viviendas fueron remodeladas convirtiéndose en edificios de flats o pequeños estudios aptos para una persona o máximo dos. Sorprende y emociona el aprovechamiento del espacio. Un sueño verdadero de un diseño ecológico. Techos altos, hermosas ventanas mantenidas muy inteligentemente con su diseño original por fuera lo cual mantiene la integridad arquitectónica del barrio y con ajuste moderno por dentro, asegurando la hermeticidad de la vivienda. 
    

La cocina es ultra moderna pero cálida. Es un pedacito de tan solo unos dos metros y media donde se acomodan una despensa, un refrigerador, una lavadora/secadora, espacio para las vajillas, gavetas para los cubiertos, espacio para los químicos, extractor, plantilla y espacio para las ollas. Parece imposible pero totalmente veridico. Y hay campo suficiente para todo. 
    

El mobiliario del apartamento consiste de una cama doble, un ropero, mesa de noche, un escritorio, TV con unas repisas, un sillón cómodo para la lectura y un comedor. Todo en un espacio de unos veinticuatro metros cuadrados. 
    

Sentí mucha emoción al trabajar el diseño de esta mini maravilla. Fue todo un reto de buscar un propósito a cada centímetro cuadrado del espacio y buscar un espacio para cada posesión de mi hija. No hay un solo rincón desperdiciado. El resultado? La prueba viviente que no necesitamos un palacio ni una casa de siete dormitorios para crear un hogar. Uno muy confortable y practico que cumpla con todos los requisitos de una vida moderna.
    

El tamaño no importa cuándo tienes un lugar mágico que te provoca llegar después de un día ajetreado, quitar los zapatos, poner una deliciosa pijama, servir una copa de vino, acurrucarse en la esquina favorita con un libro y por fin ser uno mismo. Esto es la definición de un hogar para mí, el tamaño es irrelevante. 

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