El cuento de la Navidad
Nunca puede faltar una reflexión sobre la Navidad. La eterna controversia entre lo esencial y lo superficial, entre lo material y lo trascendental, entre lo falso y lo verdadero. El dilema eterno.
Y por qué habría que separarlos? Acaso se podría separar lo material de nuestro cuerpo de lo espiritual o esencial? Acaso no están eternamente unidos el gozo de disfrutar de la buena componía de amigos y familia con uno que otro tamal de sobra y una que otra copita de mas? Acaso no están sublimemente unidos la pierna de cerdo y el queque navideño con los abrazos y los chistes pasados del tío favorito? Acaso no están relacionados los momentos más lindos y memorables de nuestras vidas con las fiestas y reuniones familiares alrededor de los tamales, piernas de cerdo, pavos y queques?
Disfrutemos las fiestas con sinceridad, sobre todo con nosotros mismos. Comamos y bebamos disfrutando de la buena componía, pero con alguien que de verdad nos importe. Demos buenos regalos, útiles y bien pensados, que nos cuesten trabajo y dinero para sorprender al alguien. Olvidemos de los regalos de puro compromiso, al igual que de las fiestas a las cuales solo vamos para cumplir.
Una experiencia reciente una ves más me recordó que la vejez no esta garantizada para nadie. Hoy estamos y mañana no. Por eso regalemos nuestro tiempo, muchos abrazos, besos, sonrisas, tomemos muchas copas de vino con los amigos del alma, comamos tamales incontables hasta que duela la barriga con tas tias y las abuelas que los hicieron con todo el amor, demos regalos buenos, sorprendamos a alguien con un bello detalle, asistamos a todas las fiestas y probemos todas las piernas de cerdo y rompopes, ayudemos al vecino a pasar una linda Navidad, compartamos nuestra bendición y bienestar.
En mi humilde opinión triste será el día en el cuál tenga que pasar la época Navideña sin tanto corre-corre, ni problemas digestivos, ni un poco de goma en la mañana, ni dolor de espalda de cocinar los tamales, alistar las cajas de Amor o organizar las fiestas infantiles Navidad es Jesus. También me toca correr por mis clientes. Todos quieren tener la casa linda y con una energía renovada para las fiestas. Bendecida me siento al hacerlo.
Felices fiestas y felices corre-corres!!!